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Veneno con gas y azúcares

El refresco trae derroche de agua, contaminación, 40 mil muertes al año. ¿Qué hacer?

02/04/2024 - 4:49 pm

Se ha identificado que los envases de plástico pueden tomar hasta cientos de años en descomponerse, contaminando el suelo y el agua. Además, con el tiempo, los plásticos se dividen en fragmentos más pequeños llamados microplásticos.

Por Gabriela Macedo Ojeda, José Francisco Muñoz Valle y María Eugenia Torres Chávez

Guadalajara, 2 de abril (TheConversation).- ¿Sabía que el consumo de bebidas azucaradas ocasiona más de 40 mil muertes al año en México? Esto significa que el siete por ciento de todas las muertes de adultos mexicanos mayores de 20 años  se atribuyen a problemas de salud asociados a este hábito.

El consumo cotidiano de bebidas azucaradas se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, problemas dentales y algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, hay evidencia de que beber un refresco al día duplica el riesgo para desarrollar diabetes mellitus tipo 2.

Además de su cantidad de azúcar, la mayoría de estas bebidas contiene también una gran dosis de cafeína. Esto se ha relacionado con estrés, ansiedad y dolores de cabeza.

EL CONSUMO DE BEBIDAS AZUCARADAS AUMENTA

Un estudio publicado en 2023 analizó las tendencias de ingestión de bebidas azucaradas en 185 países. Se identificó un consumo global promedio de 2.7 porciones por semana, donde cada porción equivale a 240 gramos. El estudio revela, además, que México ocupa el primer lugar con un consumo semanal de 8.9 porciones, seguido por Etiopía (7.1), Estados Unidos (4.9) y Nigeria (4.9).

El consumo cotidiano de bebidas azucaradas se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

También se encontró que hay grupos con un mayor consumo que otros, en particular, las personas de sexo masculino, las personas jóvenes, y quienes viven en zonas urbanas.

UNA LATA CONTIENE HASTA 15 CUCHARADITAS DE AZÚCAR

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de cinco por ciento del requerimiento diario de energía a partir de azúcar añadida.

Esto equivale a un máximo de cinco cucharaditas para una persona que requiere dos mil kilocalorías al día. Una sola lata de refresco puede contener cerca del triple de esta cantidad.

Los refrescos son las bebidas que suelen identificarse dentro de la categoría de azucaradas. Sin embargo, hay otras de consumo frecuente que también se incluyen en este grupo. Por ejemplo, bebidas comerciales como jugos de frutas, leches saborizadas, bebidas energéticas o aguas vitaminadas.

También se incluyen bebidas preparadas en casa con azúcar añadida y las que tienen concentrados o polvos. Todas estas presentaciones contienen una gran cantidad de azúcar, que sería muy difícil de ingerir si se consumiera a cucharadas.

LAS BEBIDAS LIGHT NO SON ALTERNATIVAS

Las bebidas light contienen edulcorantes sintéticos, modificados o naturales, que no se clasifican como azúcares. Los más comunes son acesulfamo de potasio, aspartamo, sacarina, sucralosa y estevia.

Estas bebidas se han utilizado como una alternativa al consumo de bebidas azucaradas, debido a que ofrecen un sabor dulce, sin aportar calorías. Por ello se han promocionado como un apoyo en la pérdida de peso o como parte de una alimentación saludable.

Sin embargo, estudios científicos recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han identificado posibles efectos indeseables a largo plazo causados por el consumo de estos edulcorantes. Por ejemplo, diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular e incluso mortalidad. Además de mayor riesgo de parto prematuro, si se consumen durante el embarazo.

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Refrescos con el nuevo etiquetado en una nevera de un restaurante de la capital. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro, Archivo.

Por lo anterior, la OMS propone que “no se utilicen edulcorantes sin azúcar como medio para controlar el peso o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles”.

POR SU SALUD, ELIJA AGUA

El agua participa en muchas reacciones del organismo, promueve una piel saludable y previene el estreñimiento. También facilita la digestión, el transporte de nutrimentos a las células y mejora la función del cerebro.

Por otra parte, el consumo insuficiente de agua puede provocar deshidratación. Sus síntomas incluyen fatiga, sequedad de la piel, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse. También ocasiona problemas más graves, como taquicardia, presión arterial baja y confusión.

Además, el consumo de agua se relaciona con una reducción de la ingestión total de calorías. Esto ayuda a mantener un peso saludable.

EL CONSUMO DE BEBIDAS AZUCARADAS AFECTA AL MEDIO AMBIENTE

Se ha identificado que los envases de plástico pueden tomar hasta cientos de años en descomponerse, contaminando el suelo y el agua. Además, con el tiempo, los plásticos se dividen en fragmentos más pequeños llamados microplásticos, que al ser consumidos por animales marinos pueden entrar en la cadena alimenticia humana.

¿Sabía que para producir tan solo medio litro de refresco se pueden requerir entre 150 y hasta 300 litros de agua? Esto incluye la huella hídrica por la producción de los ingredientes de la bebida, la botella, los materiales de embalaje, el etiquetado y la energía utilizada en las fábricas. A esto habría que agregar otros aspectos como el transporte a sus puntos de venta.

Un consumo que disminuye el agua potable disponible para las comunidades, además de las consecuencias que tiene la gran cantidad de envases que se desechan cada día.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

El consumo de bebidas azucaradas se ha relacionado con múltiples factores. Para muchas personas se han vuelto parte de su día a día, e incluso de sus tradiciones. Además, la alta disponibilidad y la publicidad que las promueve han influido de manera importante. Por ello, es necesaria la aplicación de diferentes estrategias para minimizar su consumo y los problemas que ocasionan.

Tabasco se convirtió en la segunda entidad del país en prohibir la venta de alimentos chatarra a niños. Imagen ilustrativa. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

México ha implementado algunas iniciativas para disminuir el consumo de bebidas azucaradas. Entre ellas, el etiquetado obligatorio de alimentos y bebidas, los impuestos y la regulación de su venta en las escuelas. Sin embargo, es urgente que estas medidas se fortalezcan, para lograr el máximo impacto.

También es necesario sensibilizar a las personas sobre el impacto de las bebidas azucaradas en la salud y en el medio ambiente. Además, se requiere reglamentar su producción para evitar la contaminación y el uso desmedido de recursos naturales.

Por otro lado, un elemento clave para el consumo de agua simple es su disponibilidad. Por lo tanto, es necesario que se cuente con dispensadores de agua purificada en espacios públicos, entornos laborales, escolares y recreativos.

Estos cambios podrían favorecer hábitos que mejoren nuestra salud y protejan nuestro medio ambiente.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE THE CONVERSATION. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

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PRECISIONES DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE BEBIDAS A EL TEXTO DE THE CONVERSATION

Alejandro Páez Varela,

Director general de Sin Embargo

P r e s e n t e.

Estimado señor director:

Con el gusto de saludarle a nombre de la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), le escribo con relación al artículo “Veneno con gas y azúcares” publicado ayer en su sitio web, para hacer las siguientes precisiones respecto a lo que señalan sus autores:

1) El problema del sobrepeso y obesidad en México requiere de un diagnóstico serio e integral por la multifactorialidad de sus causas: falta de buenos hábitos alimenticios, actividad física insuficiente o predisposición genética, entre otras. Un dato importante a considerar es que solo el 39% de la población adulta en áreas urbanas de México es físicamente activa.

Los refrescos que producen nuestros asociados contienen en promedio 38 gramos de azúcar por lata de 355ml., la mitad de lo que señala en el artículo referido.

Como resultado de los constantes esfuerzos de reformulación de nuestros asociados, el contenido calórico de las bebidas ha disminuido 14% en la última década. Asimismo, hoy el 55% de la oferta de productos la constituyen bebidas sin azúcar o bajas en calorías.

La Organización Mundial de la Salud, recomienda que el consumo diario de azúcares libres o añadidos no debe rebasar el 10% de las calorías totales.

Según la FAO, basada en datos del INEGI, la dieta diaria promedio de la población mexicana es de 2001 calorías, de las que 48 (2.3%) provienen de todo tipo de bebidas, no solo de refrescos.

2) Los edulcorantes no calóricos han sido estudiados y evaluados a lo largo de décadas y su consumo ha sido aprobado por autoridades sanitarias de todo el mundo, como la COFEPRIS en el caso de México.

La autoridad mundial que certifica su seguridad para el consumo humano es el Comité Mixto OMS/FAO de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA por sus siglas en inglés). En sus revisiones periódicas el JECFA ha corroborado la seguridad para consumo humano de estos ingredientes. El año pasado lo hizo para el Aspartame, confirmando la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de este edulcorante, que es por mucho superior al consumo diario promedio de las personas.

3) Todos los envases de nuestros productos son 100% reciclables y hoy en México se recuperan y reciclan más del 60% de los envases de PET colocados en el mercado, ocupando el primer lugar en el continente americano y por arriba del promedio de los países de la Unión Europea.

Esta industria fue pionera en el impulso de la cultura del reciclaje y de la economía circular con la fundación de ECOCE hace 20 años. Asimismo, empresas asociadas a MexBeb construyeron y operan tres plantas de reciclaje de PET grado alimenticio que son un referente a nivel global, y se construye una más en el sureste del país.

4) Con fuertes inversiones en innovación y tecnología, esta industria ha logrado disminuir la cantidad de agua que utiliza para fabricar sus productos. Hoy se utiliza en promedio 1.5 litros de agua por cada litro de bebida.

De cada litro utilizado, el 67% corresponde a las propias bebidas para consumo humano y 33% restante se trata para riego y otros usos urbanos e industriales.

Es importante señalar que las empresas asociadas a MexBeb utilizan únicamente el 0.06% del total del agua concesionada en el país y ésta no se obtiene de la red de agua potable que surte a las comunidades, sino del subsuelo mediante pozos concesionados.

Agradezco la atención brindada a la presente y le solicito que, en la medida de lo posible, se publique esta aclaración en el mismo espacio que correspondió al artículo referido, para la referencia de sus lectores.

A t e n t a m e n t e

Vicente Rodríguez Woog

Director de Comunicación y Estrategia,

Asociación Mexicana de Bebidas, MexBeb.

 

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